En esta vida Dios nos dio la libertad de elegir nuestros caminos. Nadie puede hablar de decir cuál es el mejor camino por qué cada quien es dueño de su realidad y de su propio destino. Cada persona puede hablar en función a su realidad y eso no quiere decir que esa persona pueda estar equivocada, pero tampoco puede ser el caso que sea el reflejo de lo que tú esperas. El mundo cada día es más complejo y es por eso que tenemos que tener nuestra visión clara de la vida. Una técnica para avanzar en nuestra visión de vida es hacernos preguntas constantemente y poder descubrir lo que realmente somos. Las preguntas son claves para nuestro crecimiento e incluso para ubicar nuestra visión en el plano real de lo que esperamos conseguir en nuestras vidas.
Alguna vez te has preguntado:
¿Qué queremos ser en la vida?
¿Qué esperas de ti mismo?
¿Qué quieres regalarle al mundo?
¿Cuál es tu pasión?
¿Qué realmente te llena en esta vida?
¿Estarás haciendo lo que realmente quieres?
¿Qué te mueve todo los días?
¿Cuál es la gasolina de tu energía?
¿Qué te hace fuerte?
¿Qué te hace débil?
¿Qué esperas de ti?
¿Cuál crees que sea tu propósito?
Para conseguir tu visión lo más importante es escucharte a ti mismo y una de las mejores técnicas es haciéndote preguntas constantemente y respondiéndote con sinceridad y objetividad en función de tus acciones. Nosotros tenemos la respuesta para todo aquello que nos preguntemos, lo importante es registrarnos bien para sacar lo mejor de nosotros.
Otra punto importante para conseguir tu visión es aprender a escuchar tu intuición. Esto es algo maravilloso que todos tenemos y que muchas veces no sabemos cómo utilizarla. Es cuestión de aprender a escuchar esa voz interior que nos habla y trata de darnos un mensaje y que muchas veces la despreciamos y no captamos o entendemos esa comunicación divina.
Para concluir todos tenemos el control remoto para sintonizar lo que quieras ver, vivir, sentir y escuchar en tu vida, somos dueños de nuestro destino, de nuestra realidad y por ende dueños de nuestra visión. No existe la verdad verdadera de las cosas, pero si existe el poder ser dueño de tu propia verdad, de tu propia visión y de tus propias acciones.
Bendiciones!!!!
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